viernes, 10 de mayo de 2013

Preguntas de un hombre común. Por Horacio Micucci


LAVADO DE DINERO EN GRANDES CANTIDADES.
Preguntas de un hombre común
Por Horacio Micucci
10-05-2013

La venta de CEDIN
Un señor tiene dólares no declarados.
Puede ser de una actividad que no ha pagado impuestos (o sea de una actividad lícita pero con delito de evasión impositiva) y decide lavar porque lo necesita, le conviene o no sabemos porqué.
O puede ser originado en una actividad ilícita (narcotráfico, robo, estafa, coimas en grandes contratos del Estado, trata de personas, etc.) y que debe ser blanqueado para poder ser usado libremente.
Esto último no es raro. Los memoriosos dicen que grandes empresas (alguna de ellas con presencia en la actualidad) han surgido del lavado del dinero de las "grandes empresas” de la prostitución de los años treinta. Una de ellas, la Zwi Migdal (conocida vulgarmente como “la polaca”), formó la asociación “Asquenasun“ `o “Askenasun“, y nucleaba a delincuentes de origen ruso, rumano o polaco, formando luego la Sociedad Zwi Migdal, en 1929, ¡aprobada su personería jurídica por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires! en épocas del gobernador Barceló. Fue la trata de personas llevada a su último grado de perfección. Con sede en una lujosa mansión de la Avenida Córdoba al 3200, se efectuaban en una falsa sinagoga, con falsos rabinos, parodias de casamientos a las mujeres judías traídas con engaño. Extendió sus redes a Rosario y otros lugares y tenía bases en el exterior.
Otro origen ilícito: el narcotráfico. Nos enteramos por un programa de radio y por un “experto” ladrón que, en Europa, se venden 500 euros a 650 euros. Y parece que esto es así , porque los narcos tienen billetes de baja denominación en dólares y euros, fruto del tráfico, que les conviene cambiar a euros de alta denominación que “pesan” menos y son más fáciles de “movilizar”. Es decir “pagan” 30% por lavar. Dicen otros expertos que en EE.UU. se lava a costos del 20%.
Si uno lo piensa, un señor lavador de ilícitos o, si está denunciado, un testaferro, (aunque en un programa de radio el famoso ladrón del robo del siglo, Mario Vitette Sellanes, descubrió que estando con condena cumplida no está denunciado y no estaría excluido) se presenta y compra CEDIN.
¿Lo harán algunos de los sospechados del presente?.
Pongamos que compra 100.000 dólares en CEDIN.
Como la Presidente del Banco Central ha informado ayer, se espera la formación de un mercado de CEDIN. O sea que se pueden transferir legalmente. Claro que ¿a qué valor del dólar?.
En un programa del día de la fecha se especulaba e insinuaba con que un CEDIN de un dólar valdría 90 centavos de dólar en una “cueva”. “Cueva” que los volvería a vender a 97 centavos de dólar, ganando en la transacción legal 7 centavos.
O sea que un lavador de ilícitos vendería sus 100.000 dólares en CEDIN perdiendo un 10% y se haría de 90.000 dólares legales. ¡Una bicoca!.

Preguntas, preguntas, preguntas...
Primer pregunta: si es cierto que en Europa se “lava” al 30% y en EE.UU. al 20% ¿no podría ser el CEDIN una forma más “barata” de lavar para narcos y tratantes de personas u otro tipo de delincuentes públicos, privados o mixtos?
No soy economista, pero tengo algunos recuerdos por la edad.
¿Estoy equivocado o aparecería un nuevo dólar CEDIN a cotización del paralelo o “blue”? ¿habrá un CEDIN blue?.
¿Estoy equivocado o el Banco Central emite unos dólares “truchos”  llamados CEDIN o “patacones verdes” a “convertibilidad” uno a uno?
Otra: si lo anterior fuera cierto, cuando los grandes lavadores de “ilícitos” hayan lavado lo que necesitan, dentro de un tiempo y si, por una de esas cosas, no hubiera dólares suficientes en el Banco Central ¿cómo cambiarán por dólares esos CEDINES “convertibles”, los últimos incautos tenedores?.

¿Volverán los muertos vivos?
Y se me vienen imágenes del pasado. ¿Aparecerá un señor que, con gesto adusto,  afirmará “el que depositó dólares cobrará dólares”?. ¿O será una Presidente del Banco Central la que dirá “el que traiga CEDINES recibirá Moneda extranjera? (SIC día de ayer, Marcó del Pont).
Sigue la vorágine de imágenes.
Se me aparece Cavallo diciendo que un peso vale un dólar. ¿O que un CEDIN vale un dólar?.
Estoy confundido. ¿Será la edad? ¿demencia senil, tal vez?.
Miro a mi alrededor para recuperar el sentido de la realidad.
El dinero en mi bolsillo es siempre el mismo. Y cada vez compro menos con él en el supermercado. Un hombre revuelve la basura para encontrar algo que le sirva.
En la estación del tren sigue habiendo “niños de la calle”. Siempre que los veo recuerdo que hacen los mismos gestos y juegos que mis nietos. Pero estos chicos están solos y abandonados en esta selva social.
Unos jubilados reclaman el 82 % móvil.
La radio, la TV y los diarios siguen hablando de los CEDIN.
La AFIP comunica que exigirá a los turistas que expliquen en que gastaron los dólares que compraron en el exterior.
Mientras tanto los asalariados pagan impuestos por sus sueldos y los cartoneros hacen su duro trabajo acompañados por sus esposas e hijos.
Mi amigo el carnicero se queja con el asentimiento de mi amigo el panadero que cada vez paga más monotributo porque no se actualizan las escalas por la inflación. Buzzi, por TV, dice que a los productores del campo les pagan el dólar a 3,50.
Otra pregunta: ¿no habrá que dar vuelta la tortilla, antes que se queme?.
Siento una voz de mujer que me increpa con signos de enojo y dedo acusador: “¡Gordito golpìsta!”.
Pienso: “Cierto es que tengo unos kilos de más. Mi cardiólogo se va a enojar. Pero estuve siempre contra todos los golpes de Estado. Mi pellejo que sabe de las marcas de la picana y mi familia que sabe de mis ausencias conocen de ello”.
Algo no anda bien.
Última pregunta: ¿No será hora de unidades Patrióticas y Populares?.
Volvamos a Belgrano y San Martín, Artigas y Güemes y no a Videla, Martínez de Hoz, Alfonsín, Menem, De la Rúa, Cavallo y Duhalde.